7.1. Qué no es esta investigación. O cómo fundamentar la metodología.
Hay muchas puertas de entrada a La Rara troupe pero me voy a centrar exclusivamente en las que entiendo que nos permiten vincular este proyecto con el arte de acción y la performance desde las metodologías de las pedagogías críticas. Por lo tanto se hace pertinente en primer lugar explicitar las cuestiones que no formarán parte fundamental en la investigación para entender cómo se ha realizado la elección de la metodología. Estas cuestiones que quedan fuera son:
• Las diferencias de grado entre lo que es un proyecto colaborativo, participativo, cooperativo, etcétera. Como he mencionado con anterioridad, La Rara troupe somos un grupo de personas con diversas subjetividades en juego, y la base del trabajo está en la aceptación de las motivaciones, intereses y estados de ánimo cambiante que nos afectan. Por lo tanto y como veremos en el transcurso de toma de datos y análisis, cuestiones como qué es más participativo o más colaborativo no nos interesan como tal para pensar el grupo, aunque veremos que será una de las cuestiones que se pongan de relieve en las conversaciones.
• La investigación no se contempla tampoco como un medio para evaluar el impacto del proyecto a nivel individual de cada participante. Por lo tanto, cuestiones relativas a los aprendizajes individuales, o posibles transformaciones realizadas en el ámbito personal y privado de cada persona, no tomarán parte significativa en el estudio, aunque no podemos obviar que estas ocurran y que sean además necesarias para cualquier transformación relacional, o al contrario, que cualquier transformación relacional implica siempre una transformación en las personas. En este sentido se hace pertinente recordar que “toda producción de conocimiento nuevo afecta y modifica los cuerpos, la subjetividad, de aquellos que participan en el proceso” (Malo, 2004, p. 35.)
• De igual manera, quedan fuera de la investigación las cuestiones relativas a los ámbitos institucionales afectados, estos son primordialmente el museo y el hospital.
Es evidente que una investigación que quiera ahondar en un segundo nivel de reflexividad (Mörsch, 2009), no debería obviar las condiciones de producción y posibilitación del proyecto, ni tampoco una evaluación del posible impacto que pudiera tener tanto en profesionales: curadores, coordinadores, auxiliares del museo, médicos, psiquiatras, terapeutas sociales, así como las familias y amigos de los participantes, pero tampoco es el objetivo de este trabajo.
Por el contrario, esta investigación quiere contribuir al entendimiento de los vínculos intersubjetivos que se producen en la formación de un grupo, no predeterminado, no preestablecido, a través de los nodos de relación que se ponen en juego y posibilitan un ser otros en comunidad, para hacer un otro arte que escapa de las lógicas de la producción artística hegemónica que podríamos identificar con lo que Hernándo (2012) denomina “identidad individual” (p. 85), para situarse en el espacio de la producción de cultura en el ámbito de la “identidad relacional” (p. 65) y hacerlo adoptando el concepto de patrimonio cultural aportado por Fontal Merillas (2008) como aquel que “hace referencia no a bienes concretos sino a las relaciones de pertenencia, propiedad e identidad que se generan entre determinados bienes y personas” (p. 79). En definitiva, quiero entender los vínculos que se dan en el grupo como el motor fundamental que nos informa del carácter artístico del proyecto.