9.2.2. Marcos. La metáfora del parto
(Comunicación personal. Jueves 21 de mayo de 2015. DEAC MUSAC. 17:00h)
Era una tarde tranquila, nos sentamos a hablar en el DEAC, el lugar donde había elegido grabar las entrevistas para no tener que trasladar todo el equipo; discos duros con las películas, grabadora, ordenador, cuadernos… . Además, era un espacio en el que todos nos sentíamos cómodos y reconocíamos como propio.
Marcos se sienta a mi lado y comenzamos a charlar sobre cómo llegó al taller. Ponemos las primeras cartas que él había realizado. Fue en el taller Yo/Nosotros I. Su compañero de trabajo, al que le mandaba las vídeo cartas, se llamaba Jorge.
Marcos en ese momento estaba ingresado en el hospital de salud mental y utilizando sus propias palabras, “me mandó Gil” (el psiquiatra) al taller.
Recordando esos primeros momentos muestra la ilusión que tenía en los comienzos.
Marcos: Estaba ilusionado, era deshacerme del nudo que tenía en mi cuerpo, comenzar una nueva vida.
Hablamos del reto de autorrepresentarse y de que nunca tuviese rechazo, al contrario que la mayoría de las personas del grupo, a salir frontalmente en la cámara, lo que me sorprendió, pues me parecía un gesto muy valiente para ser sus primeros vídeos.
Marcos: Yo quería salir (en los vídeos), me hacia ilusión verme, tengo fotos de cuando era niño,… luego ya apenas recuerdo la imagen mía.
El espacio del taller como un lugar para reencontrarte con tu persona se desvela aquí de manera absoluta. No tener recuerdos de tu imagen, no identificarte del todo con lo que te están diciendo que eres desde las instituciones médicas, resalta las condiciones del ser como “El yo dividido” (Laing.1974). Por lo tanto, la creación de un espacio relacional con los otros supone para Marcos la experiencia de la reconstrucción de la imagen como la reconstrucción de tu persona, volviendo de nuevo a vincular sujeto y realización en una misma dimensión. Estamos confirmando que nuestra producción es acto performático en cuanto que nos constituye autorreferencialmente y genera una indisoluble relación con nuestras producciones, ahora nuestras propias vidas, dando sentido a la concepción de patrimonio relacional e identidad relacional (Fontal Merillas, 2003. Hernando, 2012).
Comenzamos a hablar del espacio social que se había creado en el taller, como se sentía él al estar en un grupo de personas con y sin diagnósticos clínicos de salud mental.
Marcos: Me sentía libre, poder hacer esto por mí mismo que antes no lo hubiera hecho (…) me veía reflejado en los compañeros, con diagnósticos o sin ellos. Vi gente.
Continuamos viendo los vídeos que realizó en la temporada Yo-Nosotros II. Recordamos el primer vídeo Dimensiones coma que le envió a su compañero de correspondencias en aquel momento, Abel.
En esta carta Marcos ha decidido poner la imagen fija de un reloj en casa de sus padres y contar a la cámara sus problemas físicos y mentales a raíz de un accidente. Es un vídeo de 9 minutos que creó una tensión increíble en el ambiente cuando hicimos el visionado conjunto en el taller, por lo espontáneo y a la vez duro y real de la vivencia.
Le pregunto sobre alguna influencia que hubiera tenido para decidir narrar en vídeo un episodio así de íntimo, esta vez sin aparecer él en cámara. También sobre su decisión de hablar en la grabadora, sin escribir un guión, de forma impulsiva, nerviosa, sentida… de dejarnos el reloj como única imagen, metáfora tal vez del tiempo que vivió fuera de este mundo. Le pregunto si todo esto podrían ser decisiones que hubiese encontrado en las películas que nos trae Chus al taller como referencias de audiovisual realizado en primera persona o por los propios vídeos de los compañeros que vemos juntos, pero la respuesta que da gira por otros derroteros.
Marcos: Chus, es una puerta que te abre y tu quieres pasar, el está allí y tu quieres pasar … tu (refiriéndose a mí) estás ahí, en el otro lado, en el pasadizo, cuando estamos pasando estas tú, ayuda mucho, eres la fragilidad de lo femenino con fuerza, aportas mucho para el grupo, lanzas la llamada… Chus y tu sois dos en uno.
Esta imagen que ofrece Marcos del trabajo de Chus y mío me ha resultado muy interesante para entender nuestros roles como profesionales en el proyecto.
Es cierto, Chus te invita a cruzar límites, todos queremos seguirle, todos intuimos que hay algo más en el acto de nombrarnos, de contarnos y él está facilitando el querer cruzar, crear, el deseo de llegar a otros lugares. Mi imagen durante esa travesía, en “el pasadizo”, me resulta familiar, me identifico con ella, acompaño pero también avanzo, es el mismo acto de crear, pero toma sentido siempre en compañía (a-compañando) con los otros.
Por lo tanto, entiendo que otra idea fuerza a destacar en el proyecto sería sentir la necesidad de cruzar límites, los retos que Chus, en tanto artista, nos plantea, es lo que fuerza el pulso de crear en el grupo. Pero también se remarca la importancia de hacerlo acompañados y no utilizando el concepto de mediación como apoyo a que otros crucen límites, sino en la misma voluntad de compartir la experiencia de avanzar y crecer en igualdad con los otros. Estamos generando una comunidad de prácticas y por lo tanto, nuestros encuentros solo adquieren sentido y significancia si el proceso de avanzar (donde se dan los aprendizajes) y el enunciado (como agenciamiento colectivo) se hace en común.
Terminamos hablando de la experiencia de Azala, la más reciente. Comparando sus vídeos del comienzo con los de ahora me explica.
Marcos: Al principio, era más yo, era más libre, quieres expulsar, quieres salir… luego me he ido reservando, intentando entender a los demás, a los compañeros pero también a los artistas o invitados que traemos.
Encontramos en esta reflexión un salto cualitativo de forma de estar en el proyecto por parte de Marcos. Dibuja un recorrido desde un momento de libre expresión, de querer “expulsar” a la comunión con los otros en un intento de “entender a los demás”.
El proyecto de La Rara troupe siempre se ha basado en la aplicación de los modos de la autorrepresentación y la narración desde la primera persona con la herramienta audiovisual, pero este enfoque de partida ha posibilitado la re-creación de nuestros propios itinerarios de vida y la constitución de una nueva manera de pensarnos a partir de la confrontación y escucha con los otros. Las prácticas dialógicas como herramientas para las metodologías críticas son fundamentales para activar una nueva manera de pensarnos y no solo de nombrarnos. En este sentido se evidencia de nuevo el espacio de la experiencia que nos aportaba Springgay donde relacionar lo vivencial con la pensado.
Continuamos nuestro recorrido recordando la semana que pasamos juntos en Azala.
Marcos: Azala fue un cambio total, fue compartir… ¡somos una variedad que es una! Exclama.
La idea de “ser en común” manteniendo nuestras diversidades es tal vez la que más nos define como grupo colaborativo. No tenemos un único objetivo, no tenemos un único fin, ni intereses o motivaciones compartidas por todos. Somos entes autónomos que nos unimos por placer y nos activamos por nuestra capacidad de acción: “Somos una variedad que es una” cuando estamos juntos. ¿Cómo se componen los individuos para formar un nosotros pero conservando el mundo propio?, esta noción se relaciona directamente con el concepto de agenciamiento colectivo. Pàl Pelbart se pregunta “¿en qué medida esta comunidad responde, a un tiempo, a lo común y a las singularidades que inciden en él? (2009). En La Rara troupe se está dando, se produce la agencia desde la asunción de las diferencias y el disenso como valores que integran la comunidad.
Nos despedimos con dos besos y quedamos en vernos en el taller el miércoles siguient