10.2. Líneas abiertas en la investigación para el futuro
A lo largo de la investigación han ido surgiendo vínculos y relaciones conceptuales que entiendo pueden ser interesantes para continuar investigando en este tipo de prácticas desde dos perspectivas:
10.2.1. Los contrapúblicos como identidades necesarias para una nueva reconfiguración de las prácticas culturales transformadoras.
Una de las preguntas más recurrentes que me he planteado en el transcurso de mi trabajo profesional ha sido ¿por qué trabajar con públicos en contextos sociales de exclusión?.
En ocasiones (Sola, 2010) he mostrado que esta postura no se debe a un trabajo relacionado con la inclusión o normalización per se, ni a un trabajo englobado con las nociones de arte-terapia o ayuda. Al contrario, encuentro en el trabajo con estos públicos/ contrapúblicos una potencia política que nos ayuda en la producción cultural de los proyectos críticos.
Las personas que se encuentran en espacios de exclusión, o en las instituciones que se han dado en llamar de dominación total, nos amplían con una lupa el dominio al que estamos sometidos todos y cada uno de nosotros. Con esta nueva manera de entender la colaboración, se configura un espacio social que amplía el contrapúblico al espacio plural del nosotros para elaborar contraprácticas. Las contraprácticas se realizan para erosionar y revertir las condiciones de su (nuestra) propia exclusión (explotación), pero también para aprender y pensar con ellas nuestras responsabilidades culturales con el objeto de la reconfiguración de unas prácticas artísticas críticas y comprometidas con la justicia social.
10.2.2. Los proyectos artísticos colaborativos como generadores de identidad relacional y su vinculación con las prácticas culturales feministas.
Por otro lado, y continuando el trabajo de otros autores que ya han posicionado sus prácticas e investigaciones en estrecha relación con los estudios feministas, (Vidiella, Collados, Padró, Rodrigo, Villasante, Mörsch…) me interesaría continuar estudiando esta relación en los proyectos colaborativos desde el aporte que nos ofrece Hernando (2012) de las nociones de “identidad individual” e “identidad relacional” y ahondar en los procesos de subjetivación que se dan en ellos con las lecturas de una nueva autora que he descubierto en la investigación, Silvia Duschatzky (2001, 2002).
Serían proyectos definidos por la configuración de nuevos modos de relacionarnos entre nosotros y donde los cuidados, afectos y relaciones de equilibrio serían centrales para contestar a un modelo de prácticas culturales patriarcales: jerárquicos, dominantes y excluyentes.