9.2.5. Lorenzo. El espectáculo del sufrimiento.
(Comunicación personal. Lunes 8 de junio de 2015. DEAC MUSAC. 10:00h.)
Quedamos un mañana de lunes en el DEAC. Llevábamos días intentando vernos pero siempre uno de los dos cancelaba a última hora: “Te he intentado avisar de que llegaba tarde pero imposible localizarte” es lo primero que me dice al sentarse. Nos hacemos un café y comenzamos a hablar.
Partimos de la temporada Yo/Nosotros II, que es cuando él se incorpora al taller.
Lorenzo: Recuerdo que conocí el grupo por las proyecciones de los jueves. Yo iba asiduamente al cine, a las pelis del museo, y allí me encontré con Cristina Núñez.
Se refiere a la sesión de apertura del ciclo de cine En primera persona que inauguró la artista Cristina Núñez con su película “>Someone to love.
A la siguiente semana ya estaba asistiendo al taller.
Lorenzo: Me sorprendió mucho ver a gente con diagnósticos, me interesaba eso.
Después de esa primera experiencia, en la que aún estábamos trabajando en enviarnos vídeo cartas entre nosotros, comenzamos a ver parte de la correspondencia que mantuvo con Ana, del CRPS de La Latina.
Carta 1 de Lorenzo a Ana
Le comento lo fresco y directo que aparece en cámara, como se desnuda metafórica y literalmente para mostrarse.
Lorenzo: Es real, ese soy yo. Es todo lo que responde.
Lorenzo y yo hacemos un recorrido por los vídeos, pero en esta ocasión, al contrario que en las entrevistas anteriores, parece que está disfrutando mucho de la contemplación, rememorizando no solo el taller sino los momentos vitales por los que ha discurrido su persona.
Por ejemplo, estamos un rato largo visionando su Carta al padre, le trae muchos recuerdos personales, se convierte en un momento muy emotivo de la conversación pero apenas hablamos.
Entonces, decido que podría ser mejor idea intentar recordar a los invitados, los textos y las películas que vemos en el taller.
Lorenzo: Es interesante ese espacio (el de las lecturas), porque te hace salir de ti mismo para debatir con los otros. Hay un comportamiento muy respetuoso, nos sirve para dialogar de forma muy respetuosa, es muy difícil que esto te ocurre en la calle, cuando discutes.
La creación del espacio de lectura en el grupo, se debe entre otras cuestiones a la necesidad de activar espacios para el diálogo. De esta manera, las prácticas dialógicas son nuestras herramientas indispensables para crear un espacio de co-aprendizaje donde se refuercen las opiniones personales a través de las reflexiones grupales. La intención es poder “organizarnos en torno a un discurso” (Warner, 2012) que en este caso nos lo ofrece el texto, pero también puede ser el audiovisual. Por lo tanto, el grupo necesita “salir de ti para debatir con los otros” y lo conseguimos creando el espacio del discurso en torno al que nos organizamos.
Comenzamos a hablar de Fernando Colina. Lorenzo había sido uno de los más entusiastas a la hora de invitarle al grupo.
Lorenzo: Con Colina, tenía demasiadas expectativas, no se involucró… el estar parte de los médicos en la sesión (se refiere a los psiquiatras del hospital, que invitamos a asistir) no ayudó nada.
La sesión con Colina no cumplió con nuestras expectativas como grupo. Tal vez pensamos que iba a venir la persona y no el profesional, pero efectivamente la invitación que hicimos al equipo médico del hospital no ayudó a poder desenvolvernos todos en una situación de iguales.
Esto me hace plantear otra de las cuestiones que hemos estado barajando en estos años de La Rara; ¿hasta qué punto seria interesante la involucración de los equipos médicos en nuestro grupo si esta se hace desde la autoridad que les confiere su profesión?. Al estar actuando desde las subjetividades y las diversidades, configurando una “plaza intima” definida por Correa-Urquiza (2010) como “aquel espacio de inter-territorialidad en las que escaparse de las pautas dominantes” (p. 139) no nos permite la intromisión de saberes expertos y de códigos médicos, ya que no favorece la libre expresión y por tanto la creación de nuestra experiencia común.
Hablamos entonces de las películas que vemos en el taller.
Lorenzo: Las películas están traídas para removerte por dentro, para hacerte sacar lo que piensas de lo que ves.
Continuamos hablando de los compañeros, de cómo se siente él en el grupo. De nuevo aparece Mauricio, aquel compañero que en palabras de Alfredo “unió mogollón” [-> p. 154].
Lorenzo: Lo que pasó es que Mauricio y Mitch coincidieron, ¡como nos podía entender! (…) pero yo me pregunto hasta qué punto no somos tan raros. Y continúa: El tema del estigma, con la salud mental, estás muy en la mira de los demás, siempre se preguntan a ver por donde vas a salir (…) Lo que ocurre es que la medicación te deshumaniza un poco, te saca del mundo social (…) el tema de la salud mental es atractivo pero yo no quiero que se convierta en un espectáculo.
La espectacularización de la locura es una de las cuestiones que más preocupan en el grupo. Será un asunto debatido especialmente en las conversaciones con Jesús y con Carlos en torno al vídeo Ultrafuturo.
Sobre el lugar que ocupa la creación en el grupo, comenta.
Lorenzo: No terminas de entender, de tomar conciencia, de que lo que haces es arte, creación o algo para enseñar a los demás… contar lo que a ti te pasa, no sé si a eso se le puede llamar arte (…) No es lo mismo que lo pienses a que espontáneamente te salga algo creativo que mostrar… no está tan preparado para que salga algo artístico, no está como meta… entre todos decidimos, eso es el motor del grupo.
Efectivamente, contar lo que nos pasa posiblemente no sea arte, pero si lo hacemos de unos modos y con unas herramientas efectivas la cosa cambia. El arte puede emerger desde el modo colaborativo y las herramientas críticas porque ya no estás “contando tu vida” sino que la estás creando, la estás pensando y performando a la vez en el mismo hecho de grabarla. La idea que emerge sería la equivalencia entre contar tu vida y crear tu vida.
Terminamos hablando de las presentaciones públicas que damos, en el salón de actos del MUSAC y en el hospital cuando presentamos el trabajo, o en invitaciones que nos hacen de otros lugares. Lorenzo estuvo en la más reciente, en el museo Artium de Vitoria (abril 2015).
Lorenzo: Bueno, para mí es una cuestión de autoestima, mostrar quiénes somos para nosotros mismos, no para los demás (…) Siempre parece que la valoración tiene que venir de fuera, pero aquí la realizamos desde dentro.