9.3.6.7. Reunión evaluativa de la residencia Azala en el DEAC MUSAC.
Día 18 de marzo de 2015.
Tal y como habíamos acordado en Azala, nos reunimos en el DEAC a los pocos días de volver, con la intención de compartir algunos pensamientos, experiencias y aprendizajes dados. Decidimos seguir las recomendaciones de Idoia y tomar distancia con respecto a las producciones audiovisuales.
Martín nos envía una carta desde Barcelona con algunas de sus reflexiones y la leemos en la mesa [-> doc. 12].
Yo apunto en mi cuaderno una larga lista de palabras o conceptos que vamos realizando entre todos:
Trabajo
Creatividad
Aceptación
estudio
discrepancia
imaginación
apertura
liberación
convivencia
aprendizaje
arte contextual
cabaña (refugio)
orden
política
conflicto
Comenzamos a hablar en círculo y apunto algunos comentarios en mi cuaderno: ¿Cómo sería en el grupo si fuese el Juanma de antes de la medicación? (…) quiero recuperar la chispa. Dice Juanma
Lorenzo continúa: Yo he sentido presión con los tiempos y he notado los intereses varios de cada uno de nosotros que me gustaría que se pusieran encima de la mesa. De todos modos, lo que más nos une es hacer en común.
El grupo consigue que emerja la individualidad… Si es positivo para mí, yo creo que para el grupo también lo es. Dice Abel.
Lo colectivo no se piensa sino que se hace, suscribo totalmente esta idea. Subraya Alfredo.
Chus continúa la ronda: Lo que hacemos es arte contextual, cada vez lo tengo más claro, no audiovisual, no terapia… es un arte en el contexto personal y grupal de la troupe.
Termino yo: Para mí es un proyecto con dos patas indisolubles; el ser y el hacer, todo es pensamiento y todo es acción-creación. En cuanto a la noción de lo colaborativo en el grupo expongo: Lo colaborativo tiene que ir mas allá de realizar una idea compartida en sus inicios, modos, etc. lo colaborativo tiene que afectar al contexto particular de cada persona del grupo, tiene que ser significativo para cada uno de nosotros, sino no estamos allí.
Sobre la carta de Martín, encontramos muchas similitudes con nuestras reflexiones, tal vez, a lo que más tiempo dedicamos es al último párrafo:
“Es siempre importante pensar en ‘comunicar’ más que en ‘enunciar’ (…)”
La Rara troupe, como comunidad de práctica que utiliza las estrategias performativas, necesita pensarse como un espacio que se articula desde el agenciamiento, el cuerpo ideológico y etnográfico que nos propone Vidiella, pero también formular el repertorio de estrategias que contestan y deconstruyen los patrones asignados, el cuerpo performático, y esto en La Rara se produce a través de los audiovisuales que realizamos y que constituyen el elemento de comunicación necesario para pensarnos como práctica de corporización o performance.
De alguna manera se trata de ser capaces de ampliar el “nosotros” como apuntó Martín en nuestra última asamblea de Azala [-> p. 238]. Incluir a los públicos, incitarles a ver más allá de los vídeos, a imaginar unos contextos y situaciones.
Estamos trabajando en la comunicación, pero una comunicación que suponga capacidad de enunciación desde la agencia y transformación de nuestros cuerpos y de los que se amplían con el afuera, y no en la consecución de un trabajo para ser consumido desde los patrones de emisión/recepción convencionales.