9.2. Las conversaciones
9.2.1. Susana. La entrevista performada
(19 de mayo de 2015. DEAC MUSAC. 18:30h)
Susana es la más veterana de La Rara troupe, está con nosotros desde los comienzos del proyecto en marzo de 2012. Por aquel entonces, el proyecto aún tenía el nombre con que lo presentamos a las ayudas de La Caixa: Ficción autobiográfica. Utilización del medio audiovisual como herramienta de autorrepresentación y modo de reflexión con personas afectadas e interesadas en temas de salud mental.
El proyecto que Chus Domínguez y yo habíamos imaginado se encontró de frente con una realidad que nos sobrepasó en sus primeros momentos. Una sala masificada del hospital de salud mental con más de 20 personas dispuestas a comenzar con nosotros una experiencia que habíamos tenido la oportunidad de presentarles a grandes rasgos unas semanas antes.
La semana siguiente tuvimos que parar el taller, era imposible trabajar con tanta gente y tan variada en cuanto a capacidades, expectativas, intereses y solamente dos personas, Chus y yo, para coordinarlo.
Después de reuniones con los equipos médicos se consigue redimensionar el proyecto. Hablamos de las diferentes capacidades y la necesidad de poner en el centro el interés de las personas por el medio audiovisual.
El primer problema que se pone en evidencia sucede cuando nos damos cuenta que algo que resultaba obvio para nosotros, el medio audiovisual, no está tan claro para los usuarios del hospital o destinatarios del proyecto.
Por lo tanto, en estos primeros talleres, muchas de las personas asisten solo con la intención de entender de qué estamos hablando cuando decimos audiovisual, tienen que asistir físicamente, enterarse vivencialmente, para poder decidir si es de su interés o no.
En abril de 2012 comenzamos a realizar los talleres, mucho más limitados en número, en un espacio de usos múltiples del hospital.
Allí ya aparece claramente en mi recuerdo Susana, junto con otros 8 compañeros más o menos asiduos en esas primeras semanas.
Susana y yo comenzamos a comentar esos primeros días de la radio, me habla de los nervios que pasaba y el recuerdo más fuerte que le viene de esos momentos: “Es un túnel, vosotros estabais en un túnel, en el otro lado…”. Así nos veía cada vez que aparecíamos en el hospital.
La decisión de empezar haciendo radio se hace atendiendo a las dificultades que nos encontramos. Queríamos probar, experimentar, ver hasta dónde el proceso creativo se podía dar y cuáles eran nuestros roles, puntos fuertes, para poder ponerlos a compartir y a circular entre nosotros.
Pensamos que en ese primer momento tal vez era mejor dejar cuestiones técnicas más al margen y dedicarnos a experimentar desde el sonido, que requería menos trabajo de edición.
Susana me comienza a hablar en masculino, me comienza a hablar desde otro lugar. No encuentro la conexión entre lo que yo la voy mostrando y lo que ella, ahora él, porque es el género que comienza a utilizar y no lo deja hasta el final de la conversación, cuenta.
Habla de su vida, real o imaginaria, un leitmotiv que se convierte también en el recurso preferido por ella en la radio. Las narraciones en primera persona de su vida, sus “aventurillas” como ella adjetiva.
Rara Radio, Programa piloto
Me sorprendo de que en un momento, cuando estamos hablando de la primera temporada en que realizamos vídeo, se dirige a la grabadora y exclama: “A todos los que me estáis escuchando, aprovechad el tiempo”.
Evidentemente Susana está siendo consciente de la grabación y en mi opinión, se está cuidando mucho de decir lo que supone que tiene que decir, esto son, lo que se denominan locuras, cosas inconexas, sin sentido entre ellas, pero que a mí se me revelan en un estado de consciencia totalmente lúcido, el de la persona que es consciente de las consecuencias que produce la autorrepresentación.
Susana: Perdí la cordura, te ajustan, a mí me han ajustado y eso no se le hace a nadie.
Para clarificar lo que digo, es necesario describir el primer taller de audiovisual que realizamos, Yo/Nosotros I.
Después de la experiencia de la radio ponemos en marcha el proyecto audiovisual tal y como lo concebimos en un principio, aunque ya claramente modificado por las experiencia del primer semestre.
Hay dos momentos clave que nos marcarán el futuro del grupo:
¬ El traslado definitivo del taller de los espacios hospitalarios al museo.
¬ La celebración de una convocatoria inclusiva para personas con y sin diagnósticos clínicos de salud mental.
Yo/Nosotros I tiene una participación continuada de 14 personas, entre las que están personas del hospital de Santa Isabel, de ALFAEM y artistas, estudiantes o interesados en el taller por sus contenidos (audiovisual) y contextos (salud mental).
La propuesta es realizar vídeo cartas entre nosotros en grupos de dos. Las parejas se realizan por sorteo, al azar. Susana tiene como compañera a Isabel y le escribe cartas que están realizadas o grabadas enteramente en el hospital (el lugar donde Susana vivía en ese momento), narrando su día a día, una de las pautas que nos habíamos marcado para comenzar a trabajar. Otra de las cartas la realiza un día de visita a la casa familiar.
Carta 2 de Susana a Isabel
Estas dos primeras vídeo cartas suponen el primer encuentro con el espacio disciplinario que establecen los organismos de salud mental. Susana es una persona tutelada, y la fundación gestora de su tutela no encuentra muy correcta la manera de expresarse de Susana, existe un miedo a que se puedan burlar de ella, a su vergüenza pública por un exceso de sinceridad que les resulta casi pornográfica. Siempre bajo la coartada de la responsabilidad, puesto que ellos son los responsables de lo que le pueda ocurrir a Susana.
Esto nos lleva a pedir un permiso al juez tutelar [-> doc.9] y esperar al menos 6 meses para conseguir la plena participación de Susana en el proyecto, que por recomendación de los tutores, “podría no dejar de disfrutar del taller, pero no participar activamente en él”, esto es, asistir como espectadora-colaboradora pero no grabar sus propios vídeos. Algo que ninguno quisimos aceptar.
Finalmente y encontrando un precedente en la participación de Susana en una película realizada por el hospital unos años antes, (El Camino de la Esquizofrenia, 2009) donde Susana sale hablando a cámara en primera persona, conseguimos que el juez concediera la autorización para su plena participación.
Este episodio nos coloca en el espacio del miedo, el rechazo y la urgencia de huir de un espacio castrador, “me cortaron la pilila”, y de inventarte otro lugar, “otros idiomas que hablo yo” donde habitar.
La idea que emerge de esta conversación sería la disidencia como potencia para aportarnos nuevos modos de estar en el mundo desde donde reconfigurar un nuevo espacio público. No podemos olvidarnos del lugar desde el que Susana se nombra, como contrapúblico excluido del discurso dominante y modelado a través del espacio disciplinario de los recursos sociales de salud mental, donde las “tecnologías del yo” (Albano, 2004) han tenido por fuerza que activarse desde el agotamiento que supone la vida. Un vaciamiento que no deja resquicios donde agarrarse a la persona que, ante la imposibilidad de seguir viviendo, activa el agenciamiento, se inventa un posible (Pál Pelbart, 2009). En ese inventar posible es donde se da el espacio de activación de las herramientas críticas de las pedagogías de contacto (Vidiella, 2015) en las prácticas culturales críticas.
Susana sigue hablando: Te ajustan y a la vez, te ajustas. Dice terminando su reflexión sobre los espacios institucionales de salud mental, pero no conseguimos continuar el recorrido cronológico por los vídeos que ha realizado en el grupo como teníamos propuesto.
Apago la grabadora y nos vamos al patio a tomar el aire. Nos despedimos hasta el día siguiente que tenemos taller.