9. Obtención, análisis y visualización de datos

9.2.14. Chus. Lo hecho, lo poco hecho y lo no hecho
(Comunicación personal. 9 de junio de 2015. DEAC MUSAC. 13:00h)
Chus es mi primer compañero en este proyecto, los dos formamos lo que se denomina el “grupo promotor”. Su formación desde el audiovisual ha sido realizada de modo intuitivo y experiencial, y siempre se ha interesado por trabajar en los límites con otras disciplinas como la danza, la performance y las artes escénicas. Con La Rara troupe se propone explorar los límites del audiovisual con lo educativo y el trabajo colaborativo.
No era una relación nueva, Chus y yo nos conocemos desde los comienzos del proyecto educativo del museo y ha colaborado con nosotras en diferentes programaciones audiovisuales, tanto formativas (talleres y cursos) como expositivas (ciclos de cine) o cooperativas (el Grupo de diálogo sobre cine contemporáneo) [-> p. 58].
En el verano de 2011 imaginamos este proyecto como un espacio para pensar la salud mental desde la autorrepresentación de las personas que la sufren, utilizando los medios del audiovisual contemporáneo y el estilo creativo de la no ficción, el espacio de trabajo de Chus.
Componernos entre nosotros ha sido fácil, primero por la cercanía y amistad ya fraguada de años de trabajo y segundo porque compartimos muchas referencias y modos de ver a la hora de enfocar un proyecto en comunidad. Posiblemente, comenzar de cero con otra persona hubiese tomado otros tiempos y dibujado un camino diferente para La Rara troupe.
Chus se sienta en el DEAC conmigo, hemos tenido ya varias conversaciones informales desde el momento en que empiezo a esbozar esta tesis y está informado de cuál es mi intención a la hora de enfocar la investigación que él entiende, al igual que yo, como parte misma del trabajo de La Rara.
Comenzamos a hablar de un modo retrospectivo, no cronológico pero si global sobre el proyecto. Le expongo mi intención de detectar esos posibles giros que pudieran darnos pistas de cuales son las condiciones que nos hacen saltar, transducir, los modos de hacer en el proyecto.
Comienza a hablar: Para mí, el punto de inflexión fue “Fin de línea” [-> anexo vídeo 13], la propia manera de hacerlo. El tema está en cómo recoger los intereses de todos cuando se trabaja en grupo y creo que se consiguió en el proceso de montaje que fue muy participativo, todos pasamos por él y sufrimos mucho (…) En cambio, “Vulnerabilidad” [-> anexo vídeo 9] para mí fue fallido. Nos agarramos a trabajar temáticamente, pero para mí eso no funciona porque expresa los intereses de uno, de dos… pero no de todos… fallido en ese sentido (…) “Hi, Mitch” [-> anexo vídeo 6], bueno, está bien, no sé… es parte del camino, no había temática sino una peli. Acogemos la propuesta de una persona, en este caso fuiste tú, contestar a Mitch. Pero de nuevo, el problema es cómo recoger los interés de todos y las subjetividades de todos, aunque en esta ocasión se dio un marco más amplio para trabajar.
Belén: Salimos con fuerza de “Fin de línea”, eso falto un poco en “Hi, Mitch”, el proceso de montaje no fue igual, fue muy rápido, teníamos el encuentro en diciembre. Yo creo que están bien las dos, no las veo fallidas, al revés, son pasos.
Chus: Vamos dando pasos, las cartas con Nikosia, al compartirlas aquí, verlas entre todos, comentarlas… las veo tan válidas como cualquier otro ejercicio. Una carta puede que me parece que no está muy lograda, pero tiene que ser un aprendizaje de cada uno y del grupo.
Comenzamos entonces a hablar del espacio para la crítica en el grupo, de lo difícil que nos resulta hacer comentarios en el taller sobre determinadas formas de hacer pero a la vez, de lo necesario que empieza a ser, de la urgencia de introducir apreciaciones y valoraciones si queremos avanzar en la herramienta.
Chus: El problema es que a veces, hacer una cosa cuesta tanto que si la criticas parece que te estás cargando todo el trabajo de esa persona, pero eso lo aprendemos ahora con Nikosia. En un trabajo más colaborativo eso no lo ves, si alguien quiere participar menos no se nota y no pasa nada.
El trabajo de intercambio de vídeos con Nikosia es el más reciente de La Rara troupe. La asociación Radio Nikosia, es un grupo auto gestionado de personas con diagnósticos de salud mental en el que también intervienen personas no diagnosticadas. Vienen desarrollando su trabajo en Barcelona desde hace 18 años bajo la coordinación y acompañamiento desde sus inicios de Martín Correa-Urquiza.
La relación con Nikosia ya existía en los comienzos del proyecto como una de nuestras referencias, pero no fue hasta la llegada de Martín al grupo y más concretamente con su paso como invitado observador por la residencia de Azala, cuando comenzamos a plantear un proyecto comunicacional entre los dos grupos.
Se trataba, como en ocasiones anteriores, de sacar a La Rara de su espacio interno para ponerla a funcionar con el afuera.
Chus: En la relación uno-uno no te queda otra que hacer el trabajo, contestar o no contestar si no quieres, pero ya te expone, te pide una implicación, una toma de postura que depende de ti (…) Estas cartas con Nikosia las veo igual de colaborativo que cualquiera de los trabajos que hemos hecho entre todos. Todos vemos la relación epistolar que se establece y todos deberíamos comentar o tratar de aportar, eso es tan colaborativo como lo otro.
Belén: Sí, es interesante verlo así, porque hacer lo colaborativo desde el libro resulta hasta artificial (…) lo colaborativo realmente está en el espacio que compartimos y creamos.
Chus: La creación no es esa carta, es el conjunto de cartas. Me gusta el tema de lo ecosistémico: Tienes un conjunto de personas y un conjunto de obras y todas esas relaciones, que sin ellas no existen esas obras y esas personas no hubieran actuado como han actuado.
Exactamente aquí encontramos la esencia colaborativa de La Rara troupe, no está tanto en la herramienta, donde encontramos tanto dilema en utilizarla colaborativamente como en el modo de relaciones que nos conectan, porque “tienes un conjunto de personas y un conjunto de obras que sin ellas no existen esas obras y esas personas no hubieran actuado como han actuado”. De nuevo, emerge ésta idea fuerza en la conversación que denomino construcción de patrimonio relacional y que se apoya en el concepto de patrimonio como el vínculo que se establece entre sujeto y objeto al que hicimos referencia en la conversación con Rubén y Juanma. Pero la aportación a este concepto desde el trabajo de La Rara troupe es la construcción de esa relación desde las propias personas; no son objetos dados a los que relacionarse emocionalmente, sino al contrario, son nuestras emociones e identidades cambiantes a las que damos forma a través de las estrategias performaticas de la acción.
Entramos entonces en un tema que preocupa mucho en el grupo en estos últimos meses de trabajo con Nikosia, cuál es el papel del mediador en el trabajo audiovisual.
Chus: Lo interesantes es que apoyes a alguien, no que le grabes. Incluso en algunas cartas que nos han mandado veo que la persona que está ayudando pone hasta su forma de grabar. Eso es justo lo que no queremos, eso en todo caso tiene que estar negociado con la persona, el tipo de planos, los enfoques.
Belén: Lo que está claro es que en la carta concreta que comentas había una ausencia total de interés de la persona que debía enviar la carta.
Chus: La persona que no le apetezca hacer la carta, mejor que no la haga, no aporta nada, ni siquiera sé si a quien la recibe .
En ese momento le comento a Chus lo que intuyo que podrían ser las conclusiones de esta investigación.
Belén: Me apoyo mucho en la pedagogía pública, veo que en estos espacios informales es donde más aprendo en la vida, donde se dan los espacios de cuestionamiento sobre el mundo en el que vivimos, son espacios donde se dan aprendizajes constantes.
Chus: Sí, pero ¿cómo lo vinculas con lo artístico y no solo con lo humano?
Belén: Bueno, mi intención es contextualizar el trabajo dentro del arte de acción. Tiene que ver más con el concepto de experiencia o situación, entendiendo la práctica educativa como una performance de lo íntimo. Creo que es la fuerza que tenemos en La Rara.
Le explico entonces los cuatro ejes desde los que podría justificar las conclusiones de este estudio, estos son: Los modos, los métodos, la herramienta y el contexto. La herramienta seria una responsabilidad primera de Chus; el medio audiovisual, el vídeo, su manera de plantearlo.
Chus: Lo sigo analizando desde el punto de vista audiovisual, también el producto final, va habiendo cositas.. pero es más una herramienta, está claro. Para mí ha sido meterme en un campo diferente, nunca lo había trabajado así, sin nada de teoría.
Belén: Sí, pero yo lo que veo es que utilizamos el audiovisual no como un recurso sin más, lo veo muy en el centro del proyecto, no tiene un lugar accesorio.
Chus: Yo me planteo más lo audiovisual porque tengo la sensación de que lo otro, viene dado. Ya se que no es así, pero también confío mucho en tu forma de trabajar y sé que eso más o menos va saliendo. También confío en el grupo y en las relaciones humanas y si el grupo se mantiene en el tiempo, eso se va dando (…) Pero sobre el audiovisual, a mí siempre me ha preocupado cómo trabajar bien, no para hacer cosas bonitas, sino… no sé.. que la herramienta esté bien utilizada, que no sea mera ilustración… porque eso me frustra mucho.. y que después de tres años estemos así, a veces, bueno, ¿dónde está el fallo? es mi pregunta.
Belén: No son fallos, Chus, son momentos. Sabes que con la entrada de personas nuevas avanzamos en unos aspectos, tal vez los humanos, pero retrocedemos en otros, por ejemplo en la utilización de la herramienta, otra vez a dar referencias, a dejar claro cómo estamos utilizando el vídeo, de qué va el proyecto, etcétera. Es un volver a empezar continuo, pero aún así vamos viendo cositas, creo yo.
Chus: Yo me como mucho la cabeza con la herramienta. Para que funcione este proyecto tiene que mostrarse en funcionamiento, es un grupo de gente que sabe qué estamos haciendo, que trabaja con vídeo y que lo utiliza de una manera creativa, y allí es donde me cuesta un poco.
“Para que funcione este proyecto tiene que mostrarse en funcionamiento” no podemos desvincular la acción del hecho de ser La Rara troupe y esa es otra de las ideas emergentes que ponemos en relación con la performance.
Belén: Es lento, es lento y no es continuo (…) hay que mover posiciones, hay baches y no es un proyecto en progresión, es fragmentario, pero hay avances.
Chus: Sí, no.. si yo los veo (…) hay personas que están funcionando muy bien, y hay personas que se han incorporado nuevas, pero en algunos casos veo que hay una falta de estímulo, a algunos les deja de interesar el trabajo pero siguen estando en el grupo, tal vez por vínculos afectivos que se han creado (…) otros que avanzan en unos aspectos pero en otros se quedan atrás, que no tienen interacción ninguna con el grupo.
Belén: Yo he notado que necesitamos abrir el grupo a la gente de la calle, se ha creado mucho ambiente hospital, necesitamos meter oxígeno.
Chus: A mí lo que me apetece es probar otras formas de crear, me apetece hacer la famosa película que nunca hemos hecho, más que nada por probar… el problema es el tiempo, se nos pasa siempre.
Belén: Me gustaría hacer la peli sobre el propio trabajo, según estoy haciendo las entrevistas para la tesis es que lo veo, ¿porqué no hacemos algo parecido? ¿porqué no trabajamos sobre nosotros mismos?, podría estar bien ¿porqué no hacemos una tesis audiovisual?
Chus: ¿Basándote en las entrevistas?
Belén: No sé, en estas o en otras…
Chus: Ya, tal vez no hace falta irse lejos, igual es irse cerca… hacer algo que a la gente le implique más y que lo disfrute más.
La reflexión de Chus me hace pensar en cómo hacer que la herramienta se acople a las personas antes de hacer que las personas se acoplen al vídeo. Me parece interesante este modo de utilizar el audiovisual en el proyecto, casi como un material vivo con cualidades flexibles más que como una técnica despojada de fluidez.
Chus: Es muy difícil querer fomentar la creatividad y en vídeo además, que igual hay gente que no tiene interés, es evidente. ¿Cómo encontrar dentro de un trabajo donde hay una herramienta base un lugar donde aportar desde otro lado?. Por ejemplo, cuando ponemos las cartas de Mª Jesús, a ella no le interesa el vídeo, eso es evidente, ella nos lo dice, pero cuando ponemos sus cartas eso es un acontecimiento o con Maribel, no sé, el tema sería como concienciar a la gente de que lo que hace está de puta madre, todos tiene la movida de que lo hacen mal, que no saben.. pero eso no se aprende. ¿Cómo conseguir que la gente se valore y valore lo que hace? que a lo mejor es una mierda con la cámara pero que no pasa nada.
Belén: Eso se consigue a través de otras cuestiones, de confianza, afecto, confort, creo que si que tiene que ver con los modos… recuperar la autoestima o, como dijo Abel, crear un medio para nivelar la autoestima… es un espacio muy fácil para que surjan las diferencias… y apoyarse en ellas de un lado a otro de la balanza; profesionales-amateurs, diagnosticados-no diagnosticados, artistas-no artistas, si lo estoy viviendo yo que se supone que soy la responsable, pues imagino que a todos los demás también les pasa.
Chus está mirando mis notas, los esquema de la tesis que compartí con él unos minutos atrás, comenzamos a hablar de nuevo.
Chus: Me falta la autorrepresentación en este esquema, es el audiovisual utilizado en modo autorrepresentación, me parece esencial, puede ser una herramienta totalmente diferente según el modo de utilizarse. Es en modo colaborativo pero es autorrepresentación y primera persona también.
Belén: Sí, estoy descubriendo que lo que tú haces me ayuda mucho a mi modo de trabajar. Trabajar desde las subjetividades con la herramienta es super potente para el modo y método de trabajo.
En este momento descubro que la herramienta artística funciona en el proyecto en total sintonía con el modo y el método general que empleamos en el proyecto educativo. Para justificar el proyecto como práctica artística performatica, tanto el modo y método de la herramienta como del proyecto en general tienen que coincidir. Esta idea fuerza la nombraré como equivalentes metodológicos modales de relación.
Chus: Quieras que no yo tengo muy claro el tipo de trabajo que quiero hacer, y si el grupo llega un momento que quiere trabajar en una peli convencional, de otro modo, pues a mí no me interesaría estar. Lo que me interesa es que la gente esté aquí poniendo su subjetividad, que no es hablar de ti, es hablar desde ti, que aún hay muchas personas que no lo entienden.
Belén: Sí, estoy de acuerdo, me pasa igual, lo vi en Azala. Sé por dónde quiero ir y me reafirmo en mi trabajo.
Chus: Y, a pesar de todas las disculpas que nos ponemos, ¿no crees que vamos demasiado lento?
Belén: Yo creo que no es lento, nunca he estado en ningún proceso de trabajo así… tan situado, en un contexto tan definido. He estado en otros grupos pero no han durado tanto en el tiempo y la herramienta artística no tenía un lugar tan importante en ellos, actuaba más como resorte o accesorio para otras cuestiones. Son tipos de trabajo diferentes. No creo que vayamos lento sino que estamos en un trabajo que no sabemos a dónde nos lleva.
La idea que recojo de esta última frase es que estamos tratando de estudiar una práctica que no podemos definir por su finalidad en tanto y cuanto, no sabemos a donde nos lleva porque depende únicamente del grupo y de los estados que le animan. Por lo tanto, resumiendo varios datos recogidos en la conversación con Chus, podemos decir que estamos ante una práctica que solo se puede mostrar en funcionamiento, es fragmentaria (no continua) y se muestra abierta a lo inesperado.
Chus me contesta entre risas, ¡Vamos lento porque vamos lejos!
Eso es, ¡con optimismo!, contesto yo.
Nos damos un abrazo y quedamos para hablar pronto.