9. Obtención, análisis y visualización de datos

9.2.13. Maribel. La entrevista no realizada
Maribel y yo conseguimos quedar una tarde en el DEAC después de varios intentos frustrados. Nos hacemos un café y nos sentamos en la mesa. Comienzo mi habitual presentación; para qué estoy haciendo las entrevistas, por qué las grabo, qué es lo que pretendo conseguir con ellas, etcétera. Entonces le pregunto si tiene alguna duda o quiere hacerme alguna pregunta antes de continuar.
Le tiembla la voz, me mira a los ojos y contesta: “Es que no estoy muy bien Belén… mi enfermedad me limita”.
Apago la grabadora y salimos al patio a charlar.
Quise mantener esta entrevista porque Maribel es una compañera que apenas habla en el grupo, la cuesta compartir pensamientos y tomar decisiones. Es tal vez el caso más radical de presunta ausencia en el grupo pero puede ilustrar un modo que adoptamos todos aunque sea en menor grado y en menor frecuencia.
En todo caso, me interesa señalar con esto que la persona que menos habla no es la que menos significa o la que no tiene nada que decir. Simplemente está con nosotros (aunque se conecta y deconecta) y ocupa un lugar desde el espacio de la invisibilidad activa al que alude Peggy Phelan.
El concepto de Phelan, al que llego a través de las lecturas de Judit Vidiella (2009), se refiere a ciertas estrategias de invisibilización en la práctica de la performance que son necesarias para huir de la reproducción, que desactivaría cualquier potencia en la acción. De esta manera Phelan afirma: “El acto de la escritura hacia la desaparición, en lugar del acto de la escritura hacia la preservación, debe recordar que el efecto posterior de la desaparición es la experiencia de la subjetividad misma.” (2008, p. 4). Por eso, Maribel en sí misma se convierte en el grupo en la subjetividad misma, sin mediación y sin registro, pero altamente significante en este proyecto al estar vinculada afectivamente a él como veremos más adelante.
En relación con la noción de agenciamiento y trabajo inmaterial, esta idea de la “no conversación” con Maribel se vuelve claramente un aviso ante el alto riesgo que se puede cometer al estar trabajando con material altamente sensible, nuestra propia subjetividad que en las lógicas del capital se torna mercancía de consumo. La responsabilidad es extrema si no queremos desactivar la potencia crítica del agenciamiento y la performance en este proceso.