Agradecimientos

Este trabajo es deudor de años de actividad profesional en el MUSAC, por ello mi primer agradecimiento va destinado a todos los compañeros del museo con los que he crecido y con los que aún aprendo pese a nuestras diferencias y las dificultades orgánicas por las que se ve afectada la institución museo.
A todos ellos gracias por la paciencia que muestran en un trabajo que necesita sin duda la complicidad y el apoyo de todo el equipo del museo para llevarse a cabo.

Agradezco enormemente el esfuerzo de mis dos directoras de tesis; María del Mar Flórez Crespo, del Departamento de Patrimonio Artístico y Documental y Rosa Eva Valle Flórez, del Departamento de Didáctica General, Específicas y Teoría de la Educación, ambas de la Universidad de León. A Mar por haber sido la primera persona que creyó en mí antes de que yo misma tuviese la seguridad de poder hacer aportes interesantes con la investigación y también por el exquisito cuidado que ha mostrado en todo momento en sus comentarios sobre el escrito, leído y releído desde los comienzos conmigo. A Rosa Eva, por haberme dado la oportunidad de aprender que el rigor metodológico no está reñido con la creatividad y por haber sido una compañera imprescindible en los rápidos finales, en los que tanto he aprendido con la investigación.
Sin duda, esta tesis es fruto también del empeño y esfuerzo de ambas.

Agradezco a Martín, Carlo, Tate, María, Maca, Ana, Chus, Oscar y Lola su lectura y comentarios a la tesis y los ánimos ofrecidos gracias a los cuales he podido continuar en los momentos de desasosiego. A Toni por toda su ayuda en la realización de la página web, a Miguel por su trabajo en la maquetación y a Silvia por la edición final de referencias. A Eneas, Izaskun y Julia por hacerme más facil compaginar la tesis con el trabajo en el museo.

Por último no puedo dejar de referirme a todo el entramado afectivo que tengo la suerte de disfrutar, a mis amigos más próximos, a mi pareja y a mi familia. Imprescindibles en los momentos más duros, pero también muchos de ellos interlocutores necesarios para hacerme ver y reflexionar desde un lugar alejado del museo, donde muchas veces he encontrado las claves para continuar el trabajo.

Un agradecimiento especial se lo debo a mi madre Pilar y a mi hijo Alberto, ellos son sin duda las dos personas a las que debo mi vocación profesional y mi satisfacción personal.